Marcos Gómez, El Payaso Malaonda, con su familia

Cuando Marcos “Bicho” Gómez (43), popularmente conocido como el “Payaso Malaonda”, dice que su hijo se llamará Homero, es fácil creer que la idea del nombre haya tenido origen en el protagonista de la mítica serie animada “Los Simpson”. Sin embargo, basta una simple aclaración al respecto para descubrir que no es así. “El bebé se llamará de esa manera, no por Los Simpson, como se imaginan, sino por Homero Manzi, el tanguero y poeta argentino. Es que me gusta mucho el tango -explica el humorista-, revelando una de sus pasiones ocultas. Y de inmediato amplía: “Además, si hubiese pensado el nombre a partir de un personaje de una serie o dibujo animado sería el Homero de `Los Locos Adams´, un personaje genial”. Y aunque su fanatismo por la serie de “una familia muy normal” —con chasquido de dedos incluido— apenas se proyecte en su parecido físico al personaje del calvo tío Lucas, el bufón de “Mañanas informales” confiesa que su mayor locura es la que tiene por su mujer, María Laura Zerillo (31) —embarazada de siete meses y con fecha para la primera semana de diciembre— y por la hija que tuvo con su primera pareja, Rocío (10). “Somos una familia muy unida. Ellas me apoyan y acompañan en todo momento, algo que es imprescindible en mi profesión”, confiesa el actor, que además de lucirse en las mañanas de la la pantalla de Canal 13, también lo hace sobre los escenarios en “Planeta show”, obra producida por Jorge Guinzburg, a quien el humorista considera su maestro. “Personalmente, tengo una excelente relación con Jorge, de una amistad profunda. Hace cuatro años que hago teatro de revista con él. Soy como su hijo adoptivo” –dice-. Fue justamente en la primera revista del productor que Gómez conoció a su actual mujer. “Nos conocimos en 2004, trabajando en la obra teatral`Terminator`. Ella es bailarina, de modo que compartimos la vida y el escenario”, revela “el Bicho”, con profundo amdmiración.El cómico confiesa que su buen humor en la pantalla es una simple proyección de su vida diaria, pues no logra concebir su existencia sin alegría. Sin embargo, cuando su hija le pide que le enseñe acrobacias y malabares, “Malaonda” hace honor a su sobrenombre: “Debo confesar que no tengo alma de maestro. Prefiero que tengan libertad y, antes que nada, que sean felices”. Mientras imagina el nacimiento de su hijo para la primera semana de diciembre, uno de los payasos más famosos de la actualidad concluye con humor: “Mi hijo será fruto de nuestro amor. Lo único que espero es que no salga a mí, y eso es algo por lo que rezo, porque entre el nombre “Homero” y mi cara, tendría que convivir con un eterno castigo”.http://www.caras.uol.com.ar/edicion_1343/nota_03.htm